lunes, 7 de marzo de 2011

Desierto

Terminé de leer el Perfil del domingo. Quintín y Lanata se parecen un poco en su pesimismo refinado y ciertamente alegórico. Uno y otro reconocen algo, insinúan algo, que se puede compartir. Una especie de ahogo, de sofocación intelectual y de la opinión que nos hace preguntar por las audiencias, por quiénes escucharán, por quiénes leerán. Parece burla, pero de tanto hablar contra el pensamiento único algunos terminaron siendo sus comisarios, hablando en prosa sin saberlo. Los que no dábamos tanta importancia al asunto, confiados en la pluralidad, casi en el automatismo de la virtud democrática, terminamos enroscados discutiendo cosas que no queremos con tipos que no nos interesan. Y encima, con la sensación de pérdida irreparable que sólo deja posibilidades de redención personal. Alguno se irá a Boston, otro a San Clemente y los demás al lugar de sus sueños, pero la construcción colectiva de alguna cosa que se parezca a lo que queremos debe esperar hasta que los censores, los que tienen como primer reflejo el prohibir lo que no les gusta, los que anatemizan y reprenden nos dejen un lugarcito desde donde sacar los brazos como aspas, para ver si alguien descubre nuestra pequeña presencia.

9 comentarios:

nadie dijo...

en general, tiendo a pensar que la política permite, a partir de la contingencia de lo inevitable, caminar hacia espacios certeros de utopía.

Quiero decir, la acción política como esa gran estrategia de la terquedad, es la que debería motivar medidas contra el escepticismo y el pesimismo.

Prefiero pensar que tus escritos derivan de una matriz política, que incentivas la discusión y el debate. Los periodistas que nombrás, humildemente considero, son personas que se encuentran en otra vereda, los que piensan que no son capaces de ser protagonistas de su propio tiempo y cambiar el "destino" prefijado de nuestro era

saludos

Gabriel Palumbo dijo...

Nadie, tal vez no te equivoques con migo, pero creo que si con Q y Lanata. Te parece de verdad que no tienen ansias de cambiar cosas. Tal vez es sólo que con el paso del tiempo las personas nos ponemos menos vigorosas en el sentido de la expectativa, pero no se pierde, no siento que ninguno de ellos lo haya perdido, deseos de cambio. Si sucede que uno se cansa y se refugia, allí donde duele un poco menos.
Gracias por pasar

Felipe dijo...

Buena semana a todos
 
Cuantas cosas picando y cuantas preguntan me vienen
 
 
¿Que es lo que sofoca? ¿la presunción de incomprensión o desinterés del publico por las ideas? ¿la sensación de crisis terminal (o fin de ciclo) de cierto ideario?
 
“Y encima, con la sensación de pérdida irreparable que sólo deja posibilidades de redención personal”
 
Por suerte hay vida humana fuera del kirchnerismo, de Canal7, P12 y TA. ¿Por qué no podría haber redención colectiva a partir de alguna de las múltiples opciones por fuera del kirchnerismo? ¿Qué lo impide?
 
“ … nos dejen un lugarcito… para ver si alguien descubre nuestra pequeña presencia”
 
Acá daría la impresión que estamos en la URSS y que hubiese que escribir desde la clandestinidad para escaparle a la KGB.
En la era de internet, los blogs y todos estos asuntos .. hasta los mismos tunecinos y egipcios pudieron sortear la sofocación, ser portadores de una alternativa y encontrar cauces colectivos para expresar sus demandas.
 
Yo puedo entender que a principios del siglo XIX, Alfred de Musset en sus “Confession d'un enfant du siècle” reflejara el “mal de vivre” de toda una generación que se encontraba a caballo entre dos épocas ... pero Lanata … mmm … sucumbiendo a una crisis de nihilismo romántico … mmmm … no la veo

Gabriel Palumbo dijo...

Felipe, tres cosas para que las ordenes como quieras. Una.No todas las cosas que me pasan me pasan por el kirchnerismo, su patetismo, por suerte, no agota mis sentimientos. Dos. Cómo te sentirías vos si tenés que explicar a cada paso lo que decís, cómo te sentirías vos si te agreden situándote en la derecha política sólo por decir lo mismo que ellos mismos decían hace una década y atacando lo mismo que ellos, (sólo algunos) atacaban.Tres. Con mis sentimiento yo hago lo que quiero. Si me siento ahogado, me siento ahogado, no interpuse un recurso en la justicia para detener a Anibla Fernandez por fascista ni califiqué de stalinista al Gobierno, pero muchas cosas hacen que me sienta así, y me importa un rábano tener que argumentarlas y que me insistan en que estoy exagerando o que se le hace el juego a la derecha. Realmente, me importa un carajo.Excurso. Ni lanata ni Quintín necesitan que un perejil como yo los defienda.

Laura dijo...

Coincido, veo/siento el mismo clima en los espacios por donde ando cotidianamente (universidades, administración pública, blog, comunicaciones personales)

Felipe dijo...

Gabriel,

Porque no se podría intercambiar sobre los sentimientos que la política nos suscita
Yo por ejemplo siento miedo de los radicales. No creo que a mucha gente le interese, pero por lo pronto no seria tabú debatirlo.(no se asusten que no voy a hacer catarsis sobre el tema, era solo un ejemplo)

A mi me interesa porque vos y seguramente otros sienten ahogo. Porque prohibirse esos debates?
Hace dos posteos nos prohibimos intercambiar sobre la actualidad y el sentido de ciertas categorías políticas.

Gabriel Palumbo dijo...

Poder intercambiar, podemos. Si no pensara que eso tiene alguna validez no tendría este espacio, bancado con mi nombre y apellido y con fotito y todo. Las razones del ahogo están expuestas, puede no alcanzarte, puede parecerte poca cosa, pero están allí. La verdad es que uno espera que gente sensible no juegue permanentemente a desestimar las sensaciones ajenas. Así como yo no me niego a pensar y reconocer que el kirchnerismo como marca cultural ha interesado a personas que siempre merecieron mi respeto, me encantaría que alguna vez se atienda las opiniones ajenas con el mismo sentido hospitalario.

Felipe dijo...

" puede no alcanzarte, puede parecerte poca cosa, pero están allí. La verdad es que uno espera que gente sensible no juegue permanentemente a desestimar las sensaciones ajenas"
Donde hay interes presupones que desestimo o que me parece poca cosa lo que expones .

Decís muchas cosas muy interesantes en pocas lineas y es normal que aparezcan interrogantes y que se generen ganas de profundizar.

Lo mismo le preguntaría a Laura. Supongo que no soy el único pero cuando leo algo lo que primero que me surge es ganas de preguntar.

Anónimo dijo...

Las formas pasadas, presentes y espero que no futuras de hacer/pensar, pensar/hacer la política son una mierda. Lo loco es que lo sabemos. Pensamos que desde esas formas las cosas van a cambiar pero sabemos que no y, sin embargo, seguimos dándole vueltitas... Tampoco creo que haya que reinventar la pólvora.

Frase que detesto: "Sabemos que aún faltan cosas por hacer".

Este es uno de mis refugios.

Saludos, Raulo.